17 de noviembre de 2013

Rescates de película

Por las nubes, mejor dicho, por las rocas aunque de lejos parecía que los bomberos tienen también la capacidad de volar. Toledo se convierte en una auténtica gymkana del rescate, sobre todo, en los alrededores del río Tajo y muchos de los efectivos saben aprovecharlo y sacar partido para estar preparados para cualquier emergencia.


La exhibición de ayer fue espectacular. Varias víctimas en distintas zonas, pero todas ellas compartían la dificultad de salvar el río y, sobre todo, del rescate en altura a través de las rocas. El día se levantó frío, pero la temperatura no ofreció dificultades y la segunda sesión de las IX Jornadas de Rescate en Altura, se llevó a cabo con normalidad durante toda la mañana. Los bomberos se desplazaron a la zona de la Ermita de la Cabeza y del Tránsito para ofrecer una simulación con tres víctimas. No es la primera vez que practican este tipo de rescate porque en jornadas anteriores también se ha elegido este escenario por la dificultad que ofrece y la destreza que necesitan los efectivos a la hora de evacuar a un accidentado.
La preparación de los rescates en altura deja estampas de película Y no resultaría extraño que alguna persona que vio de pasada la actuación llegara a pensar en un suceso en toda regla por las camillas y los distintos grupos de efectivos atareados con las cuerdas y el desplazamiento del material. Además, en una simulación de estas características no se puede olvidar nada, así que en las cercanías de la zona de actuación permanecieron aparcados varios vehículos de bomberos y tres ambulancias, una por cada una de las víctimas que había que socorrer durante la mañana.
El parque de bomberos de la ciudad se ha convertido en un referente en estas acciones formativas porque lleva organizándolas nueve años. En esta ocasión, se han desplazado setenta bomberos de catorce parques de toda España, que no se han querido perder unos rescates que se complican por los cortados del río. La simulación de ayer requería coordinación y mucha concentración, dado que es necesario jugar con las cuerdas y realizar una tirolina para desplazar al evacuado con toda la seguridad.
A lo lejos daba la sensación de que los bomberos tejen una tela de araña debido a la gran cantidad de cuerdas que se manejan en estas intervenciones. Quizá lo más tedioso de la jornada se lo llevaron los efectivos que hicieron de víctimas porque no pudieron entrar en acción.


Fuente La tribuna de Toledo

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