Probablemente, ya estaría
muerto, y los efectivos médicos no habrían conseguido nada. Pero
mientras sus vecinos practicaban el masaje cardíaco a Jesús, se
desesperaban mientras escuchaban las sirenas de las ambulancias buscando
por el Polígono su domicilio. Algunos tuvieron que salir a la calle y
comenzar una insólita persecución durante minutos que se les hicieron
interminables. Al final, los servicios sanitarios sólo pudieron
certificar la muerte. Y mientras esperaban al juez que haría el
levantamiento del cadáver, la queja unánime entre los vecinos fue
creciendo en intensidad:había que conseguir una mejor señalización de
sus domicilios, y que el GPS recogiera correctamente su dirección.
Fue sobre las once de la noche del sábado, cuando este vecino del
Polígono cayó fulminado en su unifamiliar, situado en la urbanización
Valdecavas. Su mujer llamó de inmediato a los vecinos y empezaron a
organizarse. Dos de ellos practicaban el masaje cardíaco, mientras que
otra pedía una ambulancia para la vivienda situada el la urbanización
Valdecavas, en la Vía Tarpeya número 7 del Polígono.
Jesús Guerra es uno de los vecinos que estaba practicando el masaje
cardíaco. Cuando escuchó las sirenas y no llegaba la ambulancia, salió a
la calle, para comprobar que al término de Guadarrama, había tomado la
dirección contraria, probablemente en dirección a la urbanización Vía
Tarpeya. Al rato, el vehículo regresó, y Jesús y más vecinos intentaron
pararlo sin éxito. Tuvieron que recurrir al primer coche que pasaba por
la calle para pedirle que persiguiera a la ambulancia y le señalara la
dirección correcta, ya a la altura de la obras del hospital. Habían
pasado quince minutos desde las primeras sirenas.
Tampoco la Policía Nacional supo encontrar la dirección. Después de dar
varias vueltas despistada por el Polígono, fue a encontrarse con una
amiga de la hija del fallecido, que estaba buscando el mismo lugar. Ella
supo dar más indicaciones a los agentes y les guió hasta las luces de
las ambulancias.
Soluciones. Han sido ya varias las veces en las que las ambulancias u
otros servicios no han encontrado alguna dirección entre las
urbanizaciones del Polígono. Así lo denuncia Tomás Merino. Cuando la
ambulancia llegó, Tomás estaba practicando el masaje cardíaco al
fallecido. Desde ese momento, no paró de repetir que había que buscar
una solución, porque eso no se podía repetir.
En distintas calles del Polígono, no viene a coincidir el callejero
municipal con lo recogido en Google y los GPS. A esta dificultad, se une
la falta de señalización de las calles. Jesús Guerra entiende que sería
necesaria una actualización de las nuevas tecnologías, pero también que
se señalicen mejor las distintas urbanizaciones desde Vía Tarpeya.
Desde el Ayuntamiento deToledo, el portavoz municipal Rafael Perezagua,
se limitó ayer a manifestar que «el callejero está correcto».
Recientemente, la Asociación de Vecinos El Tajo ha reivindicado que sea
el Consistorio el que pida a Google que corrija los fallos de su
callejero, con lo que los GPS lo actualizarían. También lleva tiempo
pidiendo que en cada calle del barrio se ponga su nombre. Perezagua
afirmó que «estoy seguro que el Ayuntamiento tiene que hacer siempre
mucho más de lo que hace, y para algunos seremos una ventana no pequeña,
sino esa ventana de cuatro hojas en la que entra todo, y en eso estamos
continuamente».
Fuente La tribuna de Toledo
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