Según ha explicado el regidor, el protagonista de esta historia es un residente de la villa que se encuentra atendido en la residencia de mayores de la localidad. El sujeto presenta dolencias mentales como el Síndrome de Diógenes -enfermedad que consiste en una acumulación desordenada de objetos sin utilidad- una circunstancia conocida por vecinos de la villa. Como ocurre en muchas pequeñas poblaciones, no faltan personas que conociendo al hombre y sus circunstancias se encargan de hacerle ir hacia el centro de mayores en el que se le cuida.
Sin embargo, el anciano consiguió dar esquinazo a todo el mundo el sábado. Su ausencia fue detectada, según explicó Guerra, al no presentarse ese día en el centro a la hora de la comida.
Cuando se tuvo constancia de esto, el Ayuntamiento movilizó a los vecinos y diversos servicios de emergencia para emprender las labores de búsqueda de esta persona. En el dispositivo se integraron voluntarios de Protección Civil de las agrupaciones de Ontígola, Santa Cruz de la Zarza y la propia Villarrubia, además de bomberos del Parque de Ocaña, y el grupo de rastreo con perros del Parque Municipal de Bomberos de la capital toledana. A todo esto se sumó la Guardia Civil, con varias patrullas en tierra y un helicóptero que sobrevoló la zona de búsqueda ya en la mañana del domingo.
La búsqueda se inició en las calles del municipio, prestando especial atención a los contenedores de residuos donde en ocasiones ha sido sorprendido el anciano debido a su enfermedad. Posteriormente, se extendió a los terrenos del término municipal. Aún con este despliegue, las labores de localización del anciano se iban desarrollando sin ningún avance. «Yo ya empezaba a tener mis dudas», comentaba el alcalde, sobre una resolución positiva de la búsqueda. Sin embargo, minutos antes de las ocho de tarde de ayer domingo, el anciano era localizado junto al arroyo de la Fuente Vieja, en las afueras del pueblo.
El hombre fue atendido por el personal de una ambulancia de Protección Civil, encontrándosele en buen estado excepto por presentar síntomas de desorientación.
El alcalde destacaba que el anciano, a sus más de 80 años, fue capaz de recorrerse andando una gran extensión, lo que dificultaba que fuera encontrado por los que le buscaban. De hecho, la zona en que se le localizó ya había sido rastreada horas antes sin resultados. «Debe haber estado toda la noche y el día andando», comentaba Guerra.
Al regidor también le llamó la atención que el hombre no presenta deshidratación, por lo que tuvo la conciencia suficiente para beber agua en los manantiales que iba encontrando en su camino.
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