Una vez más, hay que
felicitarse porque lo que podía haber acabado en una catástrofe se ha
podido controlar antes de que causara daños irreparables. Esta suerte
han tenido los vecinos del entorno de la calle Retamillo, en pleno casco
urbano de San Pablo de los Montes, que han visto como un incendio ha
estado a punto de destruir sus casas. Las llamas han podido ser
controladas a tiempo, aunque los inquilinos de estas viviendas tuvieron
que ser evacuados por precaución.
Este fuego se originaba sobre las 12 del mediodía de ayer jueves día 20
en un corral empleado como trastero y almacén de maquinaria y productos
para labores de campo. El contenido se incendió por causas que se
desconocen. El siniestro arrasó este inmueble, cayéndose su tejado y
paredes. La columna de humo que generó era visible a una decena de
kilómetros de distancia.
Pero, afortunadamente, las llamas no pasaron del corral. El lugar del
incendio está rodeado de casas y tiene enfrente la fábrica de muebles
Anpe. «Si esto pasa de noche, no sé qué habría ocurrido», explicaba de
manera gráfica uno de los vecinos al destacar la suerte de que el fuego
pudiera ser detectado rápidamente al suceder en pleno día, con
residentes despiertos que reaccionaron con celeridad.
El personal de la fábrica llamó a los servicios de emergencia, con la
alarma de ver cómo las llamas del corral avanzaban sobre la parte
trasera de una casa. Pero sus propietarios, junto con otros vecinos
organizaron las primeras labores de extinción con mangueras. El
Ayuntamiento sampableño envió su camión motobomba, que también apoyó las
labores de contención de las llamas hasta que llegaron los bomberos
provinciales para su extinción definitiva.
El Consorcio Provincial de Extinción de Incendios y Salvamento desplegó
un dispositivo de siete vehículos con su personal procedente de cuatro
parques: Toledo, Belvís de la Jara, Santa Olalla e Illescas. Apoyados
con una autoescala, entre otros medios, los bomberos fueron sofocando el
incendio con agua y espuma. Mientras, Policía Local y Guardia Civil
acordonaban la zona y se aseguraba de que una decena de inquilinos de
las viviendas cercanas las desalojaran para una mayor seguridad.
Junto con la destrucción del corral, hay que lamentar los daños en la
vivienda más cercana, cuya parte de atrás quedó ennegrecida y con
algunas grietas por el calor y el humo. Pese a esto, la casa quedó en
pie.
La alcaldesa de la localidad monteña, Alicia Benito, expresaba el
alivio de todos una vez que el percance estaba bajo control. «Me han
confirmado que el incendio está controlado y la gente está bien»,
resumía.
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