La más multitudinaria de
los últimos años. Unas 11.000 personas y 2.300 vehículos, según fuentes
municipales, se congregaron el jueves en el recinto ferial La Peraleda
para celebrar la fiesta de ITI, el macrobotellón universitario con más
tradición en Toledo.
Una cita que reúne a estudiantes toledanos y de otras zonas del país
con el principal objetivo de beber alcohol. Y lo que empieza como una
divertida jornada de fiesta suele derivar, año a año, en algún incidente
desagradable. Ayer el más grave fue la agresión de varios jóvenes a un
hombre de 39 años con una barra de hierro en la cabeza, según informaron
desde la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha. El suceso
ocurrió en torno a las siete de la tarde en el recinto ferial, donde se
celebraba la fiesta.
La víctima fue atendida en el lugar de los hechos, posteriormente
trasladada al Hospital Virgen de la Salud y ayer, al cierre de esta
edición, continuaba grave en la Unidad de Vigilancia Intensiva (UVI),
donde ingresó a las once de la noche del jueves con un traumatismo
craneoencefálico, según confirmó el centro hospitalario.
Los agresores son varios jóvenes, que golpearon a la víctima en la
cabeza con una barra de hierro. La Policía Nacional se personó en el
lugar de los hechos y actualmente continúa investigando la identidad de
estas personas, aunque no se ha presentado hasta el momento denuncia,
según aseguró la Delegación.
Además de este suceso, los servicios sanitarios atendieron a otras tres
personas en La Peraleda, en este caso por intoxicaciones etílicas. Unos
datos relativamente alentadores, ya que se produjeron bastantes menos
incidentes por alcoholmemia que el año pasado, a pesar de que la
asistencia de público fue considerablemente mayor.
Según los datos ofrecidos por el Ayuntamiento, en 2013 la fiesta
organizada por los alumnos de la Escuela de Ingenería Técnica Industrial
(ITI) reunió a unas 8.000 personas, mientras que el pasado jueves los
asistentes fueron más de 11.000.
El concejal de Seguridad Ciudadana, Rafael Perezagua, destacó que la
celebración se desarrolló «sin graves incidentes» recordando el amplio
dispositivo policial activado de forma coordinada por la Guardia Civil,
la Policía Nacional y la Policía Local. Un protocolo que no impidió la
agresión que mantiene en la UVI a un hombre de 39 años.
El dispositivo se activó a las nueve de la mañana prolongándose hasta
la madrugada. Se establecieron controles para prevenir el consumo de
drogas desde primera hora de la mañana, aunque con especial incidencia a
partir del mediodía, cuando empezó a congregarse más público. También
se prohibió la entrada de equipos de música de gran potencia.
alcoholemia. Los controles de alcoholemia a la salida del recinto se
activaron a las cinco de la tarde. Solo la Policía Local realizó un
total de 500 pruebas, de las que 16 resultaron positivas. «Esto
demuestra la responsabilidad de los jóvenes. El que va a conducir no
bebe», comentó Perezagua, quien añadió que, a partir de la una de la
madrugada, los controles se desplazaron a otros puntos de la ciudad para
evitar accidentes.
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