El informe de una
consultora asturiana especializada en ingeniería de minas detalla que el
hundimiento de tierra de la mina de sulfato sódico de Villarrubia de
Santiago fue fortuito y se debió a las características del terreno,
influido por un material voluble al agua, y a la forma de excavación en
doble galería.
De este modo, el Ayuntamiento ha solicitado a la empresa
que explota la superficie desde hace tres años, aunque el origen minero
se remonta a hace 66 años, que remita la información sobre el territorio
en el que se hizo esta práctica. «Es tranquilizador», resumió el
regidor sobre el contenido del documento.
Así lo explicó ayer a este diario el alcalde de Villarrubia de
Santiago, José Antonio Guerra, quien ha leído detalladamente el informe
realizado por la consultora a consecuencia del hundimiento «fortuito» de
100 metros de diámetro de tierra y entre dos y cuatro metros de
profundidad ocurrido a mediados del mes de septiembre en el término
municipal, a seis kilómetros del casco. Días después del incidente, se
rellenaba los alrededores con el mismo mineral para evitar la
posibilidad de nuevos derrumbes.
El alcalde señaló que este documento sugiere la revisión de las zonas
donde se excavó en doble galería, puesto que en la parte afectada se
hizo esta práctica, aunque se abandonó el uso hace años. A este
respecto, Guerra señaló que, periódicamente, se supervisa el estado de
las galerías en las que se ha dejado la explotación y ya se había
detectado previamente anomalías sísmicas en ese lugar.
El alcalde, quien apunta que desde el incidente no se han producido
anomalías en la zona, comentó que detallará la información recogida en
el informe durante la celebración del próximo Pleno municipal, teniendo
en cuenta el interés despertado entre los vecinos, que acudían los días
siguientes al hundimiento a comprobar la depresión.
El mineral de esta explotación de sulfato sódico se utiliza para
abastecer a la industria química mediante ingredientes que se requieren,
por ejemplo, para los detergentes. En la mina, trabajan unos 80 vecinos
de Villarrubia, aunque esta industria supuso, años atrás, una buena
parte de la actividad económica del municipio porque llegó a sumar unos
300 empleados. A pesar de todo, continúa siendo uno de los motores de
esta población de unos 3.000 habitantes.
Fuente La tribuna de Toledo
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