Día Mundial del ictus, una patología que se ha convertido en la
primera causa de muerte entre las mujeres y la segunda entre los
hombres. Bajo el lema '¡Actúa contra el ictus! Por ti, por los tuyos', la Federación Española de Ictus (FEI) quiere concienciar sobre su importancia y la prevención como factor clave.
Un accidente vascular cerebral o
“ictus” es lo que ocurre cuando al cerebro le falta riego sanguíneo.
Gran parte de los ictus están causados por un bloqueo abrupto de las
arterias cerebrales. Como la sangre transporta los nutrientes y el
oxígeno al cerebro, las células cerebrales se lesionan y pueden morir.
Además, es la causa más frecuente
de ingreso en un servicio de neurología y según datos del Grupo de
Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de
Neurología, se estima que cada año 130.000 personas sufren un ictus en
España, provocando la muerte en un 30 por ciento de los casos y una
discapacidad grave en el 40% de ellos.
Aunque suele afectar a personas
mayores, aumenta la prevalencia en jóvenes causada por los estilos de
vida entre otros condicionantes.
A pesar de estos datos, los
expertos aseguran que la mortalidad por ictus y las secuelas del mismo
se han reducido gracias a un mayor conocimiento de la enfermedad, a las
medidas más eficaces de prevención, a la implantación del código ictus,
atención y tratamiento urgente por neurólogos con experiencia en
enfermedades cerebrovasculares en unidades de ictus y, finalmente, al
tratamiento preventivo y rehabilitador.
El Ictus es una enfermedad que
afecta ya a una de cada seis personas y es la primera causa de muerte en
la mujer. Para intentar evitarlo es aconsejable llevar una vida
saludable y acudir al médico ante los primeros síntomas, ya que la
atención urgente es vital.
Factores de riesgo y cómo detectar el ictus
Los expertos definen dos grupos de
factores de riesgo vascular, por un lado aquellos sobre los que no se
puede tomar ninguna medida preventiva como son la edad, el sexo y la
historia familiar y, por otro lado, aquellos factores modificables como
la hipertensión arterial, cardiopatías, fibrilación auricular, la
diabetes, la hipercolesterolemia o la obesidad, tabaquismo , entre
otros.
Es fundamental que el paciente y
las personas que lo rodean puedan conocer de inmediato los síntomas de
alarma de un ictus para activar el Código Ictus y proceder a su
traslado a un centro hospitalario debidamente preparado. Se debe
continuar con el proceso aunque los síntomas desaparezcan.
Las principales señales de alarma son la pérdida de fuerza de la
mitad del cuerpo, trastorno repentino del lenguaje, pérdida de
sensibilidad, pérdida de visión en uno o ambos ojos, pérdida brusca de
la estabilidad y del equilibrio, y dolor de cabeza intensa.
Además, en el Día Mundial del Ictus
se quiere concienciar sobre las consecuencias de esta enfermedad. Más
de un 40% de los pacientes que lo padecen deben iniciar rehabilitación a
causa de las alteraciones motoras, sensitivas, visuales, trastornos
del habla, y trastornos neuropsicológicos como depresión, apatía,
pérdida de memoria… que puede ocasionar.
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